🟠 Un agua con gas, por favor

Enfoque Personal #99

Un nuevo ordenador 🤩

El pasado jueves, con cuatro días de antelación sobre la fecha prevista, me llegaba a casa mi nuevo ordenador, un MacBook Pro 16’ M2 Pro con 16 Gb de RAM y 1 TB de SSD. Incluso pasados varios días desde la llegada del equipo, poco puedo decirte de mis sensaciones. En el capítulo de este pasado viernes de Weekly esbocé mis primeras impresiones que aun hoy siguen siendo casi las mismas, porque el implacable calendario familiar apenas me ha dejado tiempo para poder poner en marcha el nuevo equipo. Y es que he decidido no restaurar en él una copia de seguridad del anterior, sino ir instalando cada una de las aplicaciones y reconstruir a mano todo el sistema anterior. Esto puede ser una buena idea desde el punto de vista de la higiene digital, esto es, seguro que acabo con muchas menos aplicaciones de las que tengo en el equipo anterior. Sin embargo, hay unos 100.000 pequeños detalles de configuración del sistema y de las aplicaciones que tengo que replicar manualmente y que hacen que me replantee si esta ha sido una buena decisión. En cualquier caso, estoy disfrutando el proceso y también empiezo ya a tomar conciencia de algunos detalles del nuevo equipo, a saber:

  • Efectivamente, las aplicaciones se inician a la velocidad del rayo.

  • El siempre farragoso proceso de instalación de muchas apps e importación de muchos datos no le ha supuesto al equipo problema alguno, manteniéndose mas frío que los pies de Walt Disney, que diría mi amigo Diego.

  • La pantalla Liquid Retina XDR es un auténtico disparate 🤤

Un ordenador para el trabajo 💻

Desde el mes de mayo de 2020 estoy usando para el trabajo mi equipo personal, así que este nuevo ordenador que ha entrado en casa desempeñará ese mismo papel. Por este motivo es posible que se retrase un poco más su puesta en funcionamiento sustituyendo completamente al anterior, porque en cuestiones de trabajo no se puede fallar. Tengo que tener todas mis aplicaciones y accesos del trabajo perfectamente configurados:

  • Office 365 y Microsoft Teams.

  • Acceso por VPN a la oficina.

  • Microsoft Remote Desktop configurado para acceder al servidor de la empresa y correr desde ahí la app de contabilidad (única cosa para la que necesito Windows).

  • Impresoras de red conectadas.

  • Spark Desktop, Fantastical, OmniFocus y DevonThink instalados y en perfecto estado de revista.

La ventaja de mi situación actual es que no he tenido que deshacerme del equipo antiguo para comprar este, y por tanto puedo seguir usándolo al menos para el trabajo sin problema, hasta que lo tenga todo perfectamente configurado. El nuevo equipo es mucho más potente que el anterior y eso también lo voy a notar en el trabajo, así que estoy deseando estrenarlo allí, pero no tengo la ansiedad de hacerlo porque todo debe funcionar armoniosamente, y prefiero una demora de unos días a una mañana sumergido en el caos y con todo el mundo pidiéndome cosas. El aspecto laboral es quizá el que más me hace pensar en que quizá no ha sido una buena idea no restaurar copia de seguridad 😓

Un agua con gas, por favor 🧊

Un pequeño proyecto domótico que llevo a medias con mi tío está tocando a su fin. Anoche, en el transcurso de una cena familiar, estaba quedando con él para este lunes, cuando le sugerí que en su visita a casa le daría a probar agua con gas de la que genero gracias al SodaStream, el penúltimo ingenio en llegar a mi poder y que comenté en un capítulo reciente de Emilcar Daily. En España no somos mucho de agua con gas; seguramente tienes el recuerdo de que, ante un viaje a tal o cual país, alguien te ha advertido que debes pedir específicamente el agua SIN gas, porque lo normal es servirla con gas. Por el motivo que sea, parece que los españoles no participamos de esa tendencia.

Es curioso, porque me doy cuenta de que, aun siendo yo consumidor de agua con gas en casa en verano, nunca la pido cuando salgo a comer o cenar fuera. Sin embargo, cuando llega el verano sí empiezo a comprarla (en Mercadona) y a consumirla con cierta avidez porque, por lo que sea, el agua con gas fresquita me sacia mucho más la sed y el calor que el agua convencional. En el transcurso de esta conversación me apareció un inesperado correligionario, mi cuñado, quien me contó que tanto él como mi sobrino tiene mi misma costumbre llegado el periodo estival, y se mostró entusiasmado ante lo que el SodaStream puede hacer por él. Le advertí, no obstante, que los sabores que venden para echarle al agua ya gaseada son un auténtico desastre, para evitar su entusiasmo ante una vertiente del producto que decepciona sin lugar a dudas. Mi padre, ávido lector de esta newsletter, me advirtió que no había traído aquí el SodaStream, así que con esta anécdota cumplo con el tema.

Por si no tienes tiempo de escuchar el podcast que grabé al respecto y la curiosidad te corroe, te diré que el SodaStream es un sistema mediante el cual, gracias a una pequeña y delgada bombona de gas, puedes “gasificar” una botella de agua convencional (mejor si ya está fría). No puede ser cualquier botella, sino la que te viene con el producto u otras que compres tú (me he comprado 3 más). Yo tengo el modelo Terra en blanco (es el más sencillo). Tanto en Amazon como en su propia web hay diversos packs, y desde ya te advierto que te interesa más tener varias botellas que varios decepcionantes sabores. Anticipándome a tu pregunta, el agua con gas no me provoca gases adicionales de una manera notoria, y hay mucha gente que la bebe para favorecer la digestión 🤷🏻‍♂️

Y ya está.

Tengo a los dos mayores de acampada Scout y les he tenido que mandar toda la comida de sábado y domingo, así que he hecho un esfuerzo sobrehumano para no reeditar aquel «El Scout soy yo» de hace unas cuantas ediciones. Espero que me lo valores y que compartas esta newsletter con alguien, que a ti no te supone nada y a para mí es un mundo 😘