🟠 Siguen las celebraciones

Enfoque Personal #109

Un iOS como los de antes 👴🏻

Los usuarios de Apple tenemos la sensación constante de que las cosas no son como eran antes. Y no sólo nos referimos a la manida frase "esto con Jobs no pasaba". Esta sensación se replica incluso con referencia a épocas menos pretéritas, como por ejemplo hace cinco años, cuando asistimos al lanzamiento del iPhone X.

Por mucho que yo esté en muchas ocasiones al frente de esta muchedumbre enfurecidita, tengo que reconocer que es normal. Apple es el iPhone y se trata de un segmento de producto que atraviesa una época de senecta madurez. No es que ya no quede nada nuevo que decir en el mundo de la telefonía inteligente, pero 16 años después de la presentación del primer iPhone, las posibilidades de sorprender cada año son cada vez más reducidas. O mejor dicho, hay que pensárselas más.

Estoy seguro de que Apple tiene en el cajón muchas mejoras para el iPhone de cara a los próximos años, pero ya no son tantas como antes y por ello nos las tienen que dar con cuentagotas. Entre eso y la soberbia de Apple en algunos aspectos (no han puesto USB-C hasta que no han sido literalmente OBLIGADOS por la UE) las diferencias entre un modelo y el del año anterior son cada vez más escasas, algo que no es óbice para que se venda como pan caliente, por mucho que a algunos nos irrite la parsimonia de Apple.

Pero la empresa de Cupertino da una de cal y otra de arena y este año ha compensado la "decepción" de los modelos Pro con la sustancial mejora en el modelo convencional y, sobre todo, con iOS 17.

Imagen promocional de iOS 17 donde se ven las nuevas funcionalidades que describo más adelante en el texto

Y es que iOS 17 trae aromas del pasado, de cuando te instalabas el nuevo sistema operativo y era casi como estrenar teléfono. Una vez más, no podemos esperar cambios radicales de año en año, pero tengo la sensación de que Apple se ha estado guardando varios conejos en la chistera y los ha soltado todos este año. Ninguno te va a cambiar la vida pero todos juntos hacen que instalar iOS 17 en tu dispositivo sea como empezar un calendario de Adviento, cada día descubres una sorpresa nueva.

La semana pasada publiqué en Weekly un vídeo con un par de trucos para sacar más provecho a la muy renovada aplicación de Mensajes. Tenemos también los posters en los Contactos que se muestran espectacularmente en las llamadas. El modo En espera está disparando las ventas de soportes MagSafe para tener el iPhone apaisado. Y todo esto sin dejar de lado a los desarrolladores, que están implementando con éxito los widgets interactivos permitiendo un nuevo factor diferenciador entre aplicaciones. Hay otros muchos pequeños detalles por todo el sistema, y todavía quedan por aparecer varias mejoras prometidas en AirDrop y la aplicación de Diario, que se unirá al registro de estado de ánimo y a los momentos de la librería de Fotos para convertir a nuestro teléfono en un testigo constante de nuestro día a día.

Quizá este año has decidido no renovar tu teléfono porque lo que ha sacado Apple no te ha convencido, pero gracias a iOS 17 tienes, de alguna forma, un teléfono nuevo.

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Siguen las celebraciones 🎂

¡Esto es un no parar! La semana pasada te escribía desde una bolera donde Isabel celebraba su cumpleaños con un par de amigas. ¡Pues ayer hizo otra celebración! Invitó a otro grupo de amigas a comer pizza, luego se dieron un paseo por ahí y finalmente vinieron a casa a tomar tarta y pasar un rato en el patio hablando de sus cosas. Con esto sumamos CINCO celebraciones del cumpleaños de una niña de 13 años. Comida con unos abuelos, comida con los otros, bolera con dos amigas, pizza y tarta con otras y, por supuesto, merienda y paseo con nosotros en el propio día del cumpleaños. Ni Luis XVI tenía tantos fastos alrededor de su natalicio.

Pero la cosa no acaba aquí. El viernes celebramos el cumpleaños de Miguelito ¡¡por cuarta vez!! ¿Cómo es esto posible si su cumpleaños fue el 30 de AGOSTO? Pues porque se emitió un decreto por las mamás de clase para que los niños de verano se unan con los de septiembre en la celebración mensual cumpleañera multitudinaria que marcan nuestros estatutos no escritos. Según ese decreto, todos los niños que cumplen años se unen en una única fiesta para que así sea menos gravoso para los padres tener que invitar a todos los niños de la clase con padres y madres y los hermanitos que quieran apuntarse. Más gente que en la guerra. Y me quejo por quejarme, porque yo el viernes tuve que dar el cayo (iba a nuestro cargo la elaboración de sandwiches, servicio de mesa y recogida y limpieza del local) pero quien de verdad se ha comido todo el marrón DESDE ANTES DEL VERANO ha sido mi mujer, as usual, en frenético grupo de WhatsApp con las otras dos mamás.

Yo… no entiendo nada. Al frenesí celebrador de esta nuestra sociedad, magnificado por el poder centrípeto de los grupos de WhatsApp escolares, se confronta el factor singular de mi fecha de nacimiento. Yo nací el 6 de agosto y en mi vida había celebrado el cumpleaños con amigos hasta que cumplí VEINTITRES AÑOS y me pilló en un curso de Música Antigua en Daroca (Zaragoza). Yo celebraba mi cumpleaños en mi pueblo, Blanca, en una merienda de sándwiches, Fanta y tarta que se organizaba en casa de mis abuelos paternos, con quienes pasaba las vacaciones. Mis abuelos maternos, también de Blanca, venían a la fiesta, junto con mis primos y primas que estuvieran también en el pueblo por esas fechas. Lo más exótico que tuve en mi cumpleaños fue EL CURA DEL PUEBLO a quien invité a subir al grito de "¡Don Roberto, sube, que es mi cumpleaños!” desde el balcón, según narran las crónicas (hay foto del cura en mi cumpleaños tomando Fanta).

Entiendo que entre mi celebración ochentera y el desmelene actual debería haber un punto medio que no parecemos ser capaces de encontrar. El decreto de cumpleaños expira el próximo curso (1º primaria) donde ya podremos celebrar el cumpleaños si nos apetece e invitando a 10 niños por todo invitar. De momento yo ya he pasado mi Rubicón y sólo me queda asistir como invitado a los 9 cumpleañitos masivos que quedan este curso.

Y sí, Rocío, digo asistir y lo digo en primera persona. Porque aunque en estos dos primeros años de Infantil no he ido a un cumpleaños ni a tiros y me decías que las otras mamás pensaban que estabas divorciada, me he propuesto enmendar mi deleznable actitud y asistir a TODOS los que me sea humanamente posible, no ya sólo en el ánimo de acompañarte sino también de SUSTITUIRTE y que tú vueles libre durante unas horas. Y digo esto aquí, en público, porque los compromisos que se manifiestan en público son los que se cumplen.

Aunque el compromiso cuyo aniversario vamos a celebrar tú y yo el miércoles, lo mantengo y lo mantendré siempre, aunque lo hubiéramos celebrado en privado ❤️

Y ya está.

Muchas gracias por el tiempo que has dedicado a esta edición de Enfoque Personal. Espero que te haya gustado tanto como para compartirla con alguien y alegrarle también su desayuno dominical. ¡Hasta la semana que viene!