🟠 Recomendaciones Antiguas

Enfoque Personal #91

Los falsos mesías 🤨

En «La vida de Brian» hay un momento hilarante (hay muchos, realmente) en el que se está discutiendo sobre la divinidad de Brian. En ese momento uno de los personajes toma la palabra y dice: “Este es el verdadero Mesías, y yo se mucho de eso ¡porque he seguido a varios!”. La penúltima vez que tuvimos esa sensación en el mundo de las redes sociales fue con Clubhouse, la plataforma de salas de audio en directo que nació en el momento en que los confinamientos comenzaban en la mayor parte de occidente. En su nacimiento, Clubhouse jugó magistralmente una carta que combinaba a celebridades y nombres respetables en diversas materias con un sistema muy restringido de entrada por invitación que, además, te marcaba para siempre, porque en tu perfil se podía ver quién te había invitado.

A Clubhouse rápidamente le nacieron clones y competidores, muchos de los cuales ya han desaparecido, arrastrados por el halo de irrelevancia que, finalmente, ha arrasado con casi toda esta categoría llamada *social audio*. De entre todos ellos quiero destacar a tres:

- Spotify, quien se lanzó a comprar Greenhouse, una aplicación de salas de audio centrada en el deporte y, tras integrarla con cierta torpeza en la propia Spotify, ha acabado cerrándola por completo hace tan solo un mes.

- Twitter, quien de forma absolutamente inesperada ejecutó con proverbial maestría este concepto en sus Twitter Spaces, demostrando que casi cualquier idea puede ser buena si ya tienes una población numerosa de usuarios, y siendo, a fecha de hoy, uno de los activos más desperdiciados por Elon Musk en su desatinada etapa al frente de la empresa.

- LinkedIn, quien ha llegado tarde a la fiesta pero es, quizá, el entorno en el que mejor podría desarrollarse esta idea. De momento no le han dedicado mucho cariño, pero para determinados profesionales podría ser una poderosa herramienta con la que llegar a sus seguidores con contenido en directo.

Clubhouse no ha desaparecido ya porque está tan artificalmente engordada por rondas de inversión que ha podido sobrevivir a su irrelevancia. Sin embargo, esos tiempos de bonanza han terminado. Esta semana los CEO de la empresa, Paul Davison y Rohan Seth, anunciaban un recorte de la plantilla en un 50%. Definen el proceso de despidos como absolutamente necesario para mantener la empresa viva, y quieren de esta forma volver a sus orígenes, contar con un equipo pequeño con el que lanzar Clubhouse 2.0.

Como podcaster, todos los productos y servicios que surgen en torno al audio me interesan y además soy preguntado por ellos. En su momento accedí a Clubhouse con mucho excepticismo y prudencia. No soy conocido por tener una especial clarividencia sobre el futuro de apps y servicios 😅 pero me parecía que, pese a su brillo despampanante, Clubhouse simbolizaba para el audio todo lo contrario que el podcasting. En vez de "escucha lo que quieras en el momento que quieras y donde quieras" nos estaban proponiendo "escucha lo que se está emitiendo a la hora que se emite y en nuestra aplicación" con una clausula anti-podcasting que prohibía expresamente grabar el contenido de las salas (no sé si esto cambió después).

Participé en algunas sesiones de Clubhouse, como host, como invitado y como oyente, así como en algunas sesiones de Twitter Spaces. Sigo viéndole mucho valor a esta última, pero no es un producto que termine de gustarme. Me alegra haberme mostrado tibio en su momento, porque tuve que tragarme a muchos expertos en marketing afeandome la conducta y proclamando a los cuatro vientos que Clubhouse era el sitio donde tenía que estar tu marca. Qué barato sale hablar, cuando tus palabras no se graban.

Recomendaciones Antiguas 🎼

En varias ocasiones he deslizado en esta última sección de la newsletter la angustia que me produce el haber dejado la música. Es algo que echo de menos cada día y que me depara la sensación de haber perdido algo pero que todavía lo siento dentro de mí, de alguna forma. Mis amigos piensan que en algún voy momento voy a volver, que resucitaré el coro y reanudaremos nuestra actividad. Y ganas no me faltan, pero no quiero hacer nada de música dejando atrás a mi mujer, porque ya se tuvo que quedar en la barrera muchos años, durante la crianza de Isabel y Emilio, para que yo pudiera seguir dirigiendo el coro y haciendo realidad nuestro sueño de difundir la Música Antigua. Y todavía queda algún tiempo antes de que los dos podamos embarcarnos en una nueva aventura musical, teniendo que dejar con alguien a los tres niños mientras ensayamos o actuamos.

Cuando Apple lanzó su aplicación Apple Music Classical, mi buen amigo José Luis Hurtado (de la newsletter Over the Top) me sugirió que hiciera aquí en Substack una newsletter recomendando grabaciones que se pudieran encontrar en dicha aplicación. Al principio deseché la idea, porque pensé que no le iba a interesar a nadie, pero he decidido ponerla en marcha. Y no porque le pueda interesar a alguien, sino porque me interesa a mí. Tener un sitio donde hablar con frecuencia sobre Música Antigua me servirá para “aliviar presión” y sufrir menos por estar alejado de su práctica. Y si de paso hay por ahí gente a la que le aprovecha lo que publico, pues mejor que mejor.

Así que, queridos y queridas, dad la bienvenida a mi nueva newsletter, Recomendaciones Antiguas. Para suscribirte tienes que entrar a las preferencias de tu suscripción a esta newsletter y activar también la nueva. Para ello es imprescindible, si no lo has hecho ya, que uses la dirección de email en la cual recibes Enfoque Personal para configurar tu cuenta en Substack.

Primera edición, mañana lunes 😉