🟠 La persiana

Enfoque Personal #101

Hoy esta newsletter sale con retraso porque tengo desde el miércoles por la noche una dolencia estomacal que, si bien no es grave, si ha resultado muy incapacitante. El jueves apenas si pude terminar Weekly y no fue hasta anoche que pude publicar Promopodcast. La muestra de que hoy estoy mejor es que me he levantado con ganas de escribir así que, aunque ya no llegue para acompañarte en el desayuno, aquí tienes lo que me ha salido.

Restaurado a su dignidad original 👴🏻

Hace unas semanas Apple publicó una lista de equipos que pasan a ser denominados vintage, esto es, equipos para los que Apple ya no ofrece soporte técnico (ni siquiera pagando). En esta lista aparece un equipo que me duele especialmente y al que Apple ha maltratado con crueldad: el MacBook de 12 pulgadas. Si he de ser justo, Apple no está declarando vintage EL MacBook de 12 pulgadas sino MI MacBook de 12 pulgadas, el modelo de principios de 2016. El modelo inicial, de 2015, ya fue declarado vintage el año pasado y todavía quedarían vigentes los últimos modelos de este equipo, lanzados a mediados de 2017.

La historia moderna de Apple con los portátiles pequeños es significativa y muestra que hay un mercado para ello. El primer MacBook Air de 11’ salió en 2010 y su última encarnación fue a comienzos de 2015, fecha en la que también salía el primer MacBook 12’, ofreciendo una continuidad con el tamaño pequeño. Sin embargo este sólo duraría tres encarnaciones, hasta 2017. Desde entonces, Apple no ha ofrecido alternativas, aunque sí se ha entretenido en jugar con toda la gama de decimales de las 13’.

Mientras, mi MacBook 12’ sigue siéndome de tremenda utilidad. Es un ordenador de fin de semana por la mañana, el que me saco (como ahora mismo) al patio, para leer las noticias o escribir esta newsletter. El que todavía lucha contra las peculiaridades de macOS Monterey y sobrevive a un teclado mariposa de segunda generación que, si bien nunca ha dado demasiada guerra, pareciera que ahora en su vejez sí está empezando a ser algo molesto. Un antiguo amigo (lo de antiguo lo decidió él) fue comprando casi todos los MacBook 12’ que salieron a su encuentro, con especial énfasis en los que llevaban un procesador más potente que asegurara su longevidad; ojalá hubiera tenido su clarividencia y presupuesto.

Es un equipo que me he resistido a incluir en la posible ronda de ordenadores en la familia, aunque finalmente no he tenido más remedio, y es un candidato firme a ser, si se diera el caso, el primer ordenador de mi hijo Emilio. Sinceramente, no se me ocurre mejor destino para este equipo que acompañarle con sus primeros pasos en la programación de juegos para Roblox.

Mientras ese momento llega, o no, he decidido restaurar el MacBook a su estado físico original. En ciertos momentos del pasado ha estado de moda llevar pegatinas en la tapa del MacBook; incluso había lucrativos negocios en Internet que te vendían vinilos que cubrían toda la tapa, aprovechando creativamente la manzana iluminada (cuando lo estaba). Sin duda de forma excesiva, cubrí mi MacBook con múltiples adhesivos: Steve Jobs, lemas políticos, logos de Apple, podcasts de Emilcar FM… (he buscado fotos pero, afortunadamente, no las hay). Pero en este tramo final de su vida, he decidido retirarlos todos y, poco a poco, día a día, con paciencia, eliminar todo rastro adhesivo de su tapa para que, llegado el momento, abandone este mundo como llegó.

Foto de hoy de la tapa de mi MacBook, donde ya solo se ve la sombra de unas pocas pegatinas.

La persiana 🪟

A causa de la citada dolencia estomacal, la noche del viernes al sábado fue especialmente mala. Me desperté hecho polvo, y soñando con el momento en que Rocío se despertara también para ¡volver a la cama yo solo! y tratar de descansar lo que durante la noche no había podido.

Cuando Rocío amaneció y llegó a la cocina me dirigí al dormitorio con la citada intención, baje un poco la persiana y ¡pum! la persiana que cae a peso en toda su majestad. La cuerda se ha roto o se ha soltado o queséyó. Lo primero que pensé es en que no iba a conseguir una reparación hasta el lunes por lo que traté de levantarla un poco a mano y bloquearla con algún objeto, con el mero interés de mantener la ventilación de la habitación. Pero debo informarte que esto no es posible con una persiana en general y menos con una persiana doble de aluminio en particular. Así que llamé a una de las primeras opciones que me ofreció Google, Persianas Virgen de La Fuensanta, unas amables personas que, conscientes de mi drama, reajustaron su horario de sábado por la mañana para venir y ayudarme en mi problema.

Esta empresa tiene su sede en Algezares, la pedanía murciana que está a los pies de la montaña donde se ubica el Santuario de la Virgen de la Fuensanta, a la sazón patrona de Murcia. Nuestra patrona era la Virgen de la Arrixaca, pero en unos tiempos de feroz sequía a alguien se le ocurrió procesionar a La Fuensanta en rogativa por la lluvia y el consecuente chubasco hizo que La Arrixaca perdiera su empleo (versión MUY resumida).

Como somos una región pequeña, mono-provincial y no le caemos bien a nadie (por pura envidia ya que, políticos aparte, esto es un paraíso), los murcianos somos mucho de nombrar cosas con el nombre de la región o la localidad, principalmente empresas. Existe una cuenta de Instagram dedicada a recopilar pruebas de nombres de empresas acabadas en MUR. Aunque todos sus posts son encomiables, te recomiendo este, que es un resumen de muchas de sus fotos con un electrizante rap compuesto para la ocasión.

No sé si esto es común en otras regiones, pero aquí nos gusta pensar que es algo autóctono y disfrutable. Además, no se queda simplemente en los nombres acabados en MUR sino que alcanza cualquier evocación de nuestra geografía, folclore, tradiciones o religión… como Persianas Vírgen de la Fuensanta. Y funciona, porque debo reconocer que les llamé a ellos primero por el nombre de la empresa, y me dieron un servicio inmejorable 🥇

Y ya está.

Espero que disfrutes del resto de la mañana y de todo lo que queda de domingo. Yo espero continuar con mi mejoría y que estos oscuros días sean pronto un recuerdo lejano. Me queda un mes antes de poner en pausa estival mi creación de contenidos y quiero darlo todo 🤗