La comisión de Apple la pagas tú que él es un genio y no está para esas cosas

Las fortunas no se hacen regalando dinero por ahí, sino cogiéndolo de los bolsillos de todo el mundo.

Twitter Blue... de nuevo 🐦

Parece ser que esta sí es la buena. Tras coger varias de sus geniales ocurrencias y cocerlas a fuego lento durante algunas semanas, Elon Musk ha anunciado que, mañana lunes, se lanzará de nuevo el servicio de suscripción de Twitter llamado Twitter Blue, a un precio de 8$/mes en la web y 11$/mes si la suscripción la haces desde iOS. Esa subida de precio pretende amortiguar el porcentaje que se queda Apple mediante el novedoso procedimiento de que sea el usuario el que lo pague.

Twitter ofrece a sus suscriptores de pago la capacidad de editar tweets y cargar vídeos de 1080p de mayor resolución, y el modo de lector para leer fácilmente los hilos de los tuits. Los suscriptores que cambien su nombre de usuario, nombre para mostrar o foto de perfil perderán temporalmente la marca de verificación azul hasta que su cuenta se revise de nuevo. Esta marca, además, no será automática, como en el último y caótico lanzamiento, sino que precisará de verificación de número de móvil y revisión de la cuenta por parte del personal de Twitter (entendemos pues que alguien ha quedado sin ser despedido). Quedan por venir otras características como visualización prioritaria de nuestros tweets, vídeos más largos y reducción de los anuncios a la mitad

Aunque el Twitter Blue original sólo estaba disponible en USA, yo me suscribí usando una VPN y la verdad es que hecho mucho de menos algunas de sus ventajas, principalmente el lector de hilos y las carpetas para guardar tweets. Esto último lo he sustituido hábilmente con Readwise, así que creo que esta vez mi dinero se queda en mi bolsillo. En cualquier caso, en el momento de escribir esta newsletter no veo confirmado en ninguna parte que Twitter Blue vaya a estar disponible fuera de USA, seguramente porque Musk es apenas consciente del país que le acoge 🇺🇸, del que le vio nacer 🇿🇦 y del que le fabrica las cosas 🇨🇳.

Huérfano de calendario 📆

Pese a lo digitalizado de mi vida, tengo desde hace algunos años la costumbre de mantener un gran calendario de pared en la oficina, donde marcar las reuniones de control de proyecto con los clientes. No sólo me es útil para ver cuándo es la próxima y con qué cliente sino que, sobre todo, me resulta de gran utilidad para ver de un vistazo fechas de reuniones pasadas. También he incorporado algunos vencimientos de impuestos y otros eventos importantes para mi trabajo. Como suele ocurrir muchas veces, esta idea me vino por un producto, en concreto el calendario NeuYear. Compré este calendario en su formato físico durante los primeros años, pero el coste era disparatado por el envío, así que pasé a comprarlo en PDF. No consigo una impresión de tanta calidad como el original, pero mantengo el coste contenido.

Sin embargo hace (creo) un par de años volví a un calendario impreso, en concreto el español Wallendar, con una apuesta muy distinta en cuanto a diseño pero igualmente efectiva para mis intereses. Actualmente venden un modelo académico y otro que comienza en octubre, pero todavía no han puesto a la venta el que a mí me interesa, su producto original, el que cubre un año completo desde enero a diciembre.

Les he escrito preguntando pero no he obtenido respuesta. Diciembre avanza y yo ya tengo fechas que anotar en el calendario del año que viene. O me contestan pronto, o me veo comprando el PDF de NeuYear 🤷🏻‍♂️

Necesito que la gente vaya a dormir a su casa 😴

He comentado varias veces que me cuesta mucho leer novela. Al cabo de la semana yo leo MUCHO. Leo artículos de blogs, leo infinidad de newsletters y también libros sobre productividad o libros técnicos en general. Por eso me cuesta hacer el esfuerzo de leer novela, porque lo de leer ya lo tengo muy gastado y para relajarme acabo prefiriendo hacer otra cosa. Sin embargo tengo muy claros los beneficios que para mi cerebro tiene leer novela, y por eso me fuerzo a ello. Pero, conforme me hago mayor, voy teniendo más requerimientos sobre lo que leo. Creo que ya comenté aquí que no me gusta la angustia permanente y menos si esto involucra a niños, por lo que ese tipo de historias donde hay alguien con una posición muy dominante capaz de amargar la vida al protagonista constantemente hasta su victoria final, me causan rechazo. Así, fui incapaz de superar las primeras páginas de La leyenda del ladrón de Juan Gómez Jurado. Por eso, tras leer con satisfacción El asesinato de Pitágoras, de Marcos Chicot, no pasé del 15% de su continuación, El asesinato de Sócrates.

La última novela que he leído es El oficio del mal, la tercera entrega de las aventuras del detective Cormoran Strike, por Robert Galbraith (pseudónimo de JK Rowlling 🤯). Es una novela policiaca, contemporánea, ambientada en Inglaterra, y donde seguimos las andanzas de dicho detective y su eficaz secretaria. Aunque tenía ganas de leerme los libros pasados o siguientes de esta colección, me decidí por continuar mis lecturas con Todo arde, del citado Juan Gómez Jurado. Y estoy sufriendo. Éste es un autor que me gusta mucho, pero casi todos los libros suyos que he leído, sobre todo los de la trilogía de Antonia Scott, nos muestran a los protagonistas en un tour de force, una sucesión continua y trepidante de acontecimientos que les sacan de su vida cotidiana para lanzarlos a una aventura frenética, luchando contra un plazo perentorio, una cuenta atrás desquiciante, hasta que finaliza el libro. Y yo no puedo con eso; yo quiero acción, intriga, nervios... pero también necesito que la gente coma a su hora y que se vaya a dormir a su casa y ya mañana seguiremos investigando 😅

Voy por el 25% de Todo arde y tengo la sensación de que esto va por el mismo camino, pero estoy tratando de acelerar la lectura para que, como siempre, la prosa de Gómez Jurado me enganche y me ayude a vencer el rechazo a las contrarrelojes literarias que suele plantear.

Estoy a un paso de alquilar novelas del oeste en el estanco 👴🏻

Y ya está.

Muchas gracias por tu tiempo leyendo esta nueva edición de esta newsletter. Aunque no lo parezca, estoy pasando por una pequeña crisis de identidad de esta publicación. Ya no me gusta que se llame Weeklyletter, porque he visto que como vía para conseguir más suscriptores a Weekly es un auténtico fracaso. El título anterior (Francamente, cualquier cosa que me interese) tampoco me llama... no sé qué rumbo darle de cara a 2023. Lo único que sé es que en los últimos 90 días tengo un ratio de apertura del 72,6 % y eso es un auténtico escándalo que tengo que agradecerte a ti y todos los que cada domingo por la mañana me dejan acompañarles mientras desayunan ❤️