🟠 ¡Está desencadenado!

Enfoque Personal #102

Esto de Substack tiene más trucos que una navaja suiza. Además de los comentarios y de la sección Notes (que viene a ser una especie de Twitter), existe el Chat, que es una conversación privada entre un escritor y sus lectores. Se puede ver en la app y web de Substack y allí anuncié que el ganador del cargador inalámbrico es Enric 🤗

Mejoras en watchOS 10 ⌚️

En los últimos días he estado prestando más atención a las novedades de watchOS 10 beta. Ya he mencionado lo curioso que me parece el comportamiento de la batería de mi Apple Watch Series 6 LTE durante este proceso: se agota más rápidamente pero el último 10% dura una eternidad, casi tanto como el proceso de carga. En este sentido cabe recordar que el Apple Watch incorpora carga rápida desde el año pasado, usando el cargador USB-C de 20w oficial, pero estoy varias generaciones por detrás de tal proeza. Tanto Apple Podcasts como los entrenamientos han mejorado muchísimo y la detección de pausa es casi inmediata. La nueva interfaz adicional de tarjetas flotantes me ha resultado menos revolucionaria de lo esperado; no es por ausencia de apps de terceros, porque toma los widgets existentes (por ejemplo OmniFocus o Spark), sino porque los ejemplos de las apps por defecto son simplemente correctos y no demuestran el potencial de esta funcionalidad. Quizá la idea de Apple es simplemente descargarnos de complicaciones, que podamos tener una esfera sencilla, con la foto de los nenes o lo que sea, y que el resto de la info esté en esas tarjetas. De ahí quizá su limitación a tan solo 6, un número supongo cercano al número medio de complicaciones que suelen llevar los usuarios. Por todo ello, venga aquí a comprometerme a que esta semana estaré usando una esfera más sencilla, con sólo 4 complicaciones (la mitad que la actual), dejando la info a la sección de tarjetas. Jobs proveerá.

Mi Apple Watch con la esfera Paleta, la que he elegido para este experimento.

¡Está desencadenado! 😂

Una de las cosas que más me pesa durante el curso escolar es la gestión vespertina de los niños. Extraescolares, la merienda, apoyo a deberes, fechas de exámenes, entretener al pequeño porque los mayores están estudiando… Todo esto son funciones que entran dentro del puesto de PADRE por lo que a nadie sorprendo indicando que quitan tiempo de forma exponencial. Pero es que además quitan un poco las ganitas de vivir, porque cuando por fin te liberas de esas obligaciones y puedes ponerte a crear contenido o a cumplir con cualquier otra obligación doméstica, estás más seco anímicamente que la mojama y sólo quieres que termine el día por favor. Y yo sólo tengo tres hijos, así que no imagino cómo debe ser si tienes más. Ayer escuché a una cómica en TikTok decir que tener niños es como si vas a comprar al supermercado, compras más de lo que tenías pensado y cuando sales te das cuenta de que no te has traído el coche y debes volver andando, y que esa sensación es durante TODO EL TIEMPO 🤣🤣🤣

Pero el curso escolar ha terminado ¡y el cuerpo lo sabe! 😎

No es que me haya desecho de mis hijos o que ya no tengan nada que hacer (acabamos de terminar con éxito una semana de natación intensiva en una piscina del barrio) pero el ambiente es complemente distinto. El tiempo no se ha multiplicado pero el espíritu ha cambiado. Sigo haciendo muchas cosas con ellos; están de vacaciones y nosotros no, pero como ellos no tienen la culpa, salimos a hacer recados, cenamos fuera y tratamos que cada día sea un poco distinto, mandándoles también a veces con los abuelos para que los disfruten, que también tienen derecho 😏

El resto del tiempo que me queda, no muy superior al que tenía durante el curso, lo aprovecho muchísimo más. Y no sólo a nivel de creación de contenidos, sino también de cara a ver la tele, arreglar nosequé de casa, cambiar el contenido de un par de estanterías, hacer un bizcocho (por Dios), cambiar plantas de sitio, reacondicionar los sistemas de riego o realizar gestiones de mantenimiento informático, ya que en casa estamos en un proceso de cambios de ordenador.

La semana que viene promete. Los niños tienen oftalmólogo y dentista, quizá pasen un par de noches con la familia materna, otra noche cenando con mis padres en el pueblo, repaso de ropa de cara al campamento ⚜️, el estreno de Elemental 🎥 y posterior o previa 🍔 (se lo hemos prometido) y voy a ver si por medio cabe la visita al concesionario MG porque queremos probar el MG Marvel R, un coche eléctrico del que tengo excelentes referencias y en el que quizá quepan los tres. Si encajamos, a lo mejor podemos soñar con cambiar de coche… en un par de años 💸

¡Pero es que estoy notando este impulso hasta en el trabajo! Ahora mismo estoy en una época muy complicada, porque tengo cuatro obras de urbanización en curso y dos de ellas tienen desalojos muy numerosos y problemáticos, pero con este renovado entusiasmo por la vida estoy performando al máximo nivel (que dirían Cliff&Hanger). No quiero quitarle mérito a la adopción del sistema ARC en detrimento del GTD, que he estado documentando en Weekly; su simplicidad me está haciendo enfocar de forma mucho más distinta y efectiva mi trabajo diario, pero soy consciente de que el combustible que me mueve estos días es de mayor calidad.

Tengo la sensación de que ahora mismo tengo mucho más control sobre mi día a día, y que he abandonado el piloto automático mediante el cual todos funcionamos durante el curso. Por muy bien programado que esté, un piloto automático es eso, automático, y a mí el exceso de automatización siempre me ha puesto nervioso.

Todo esto también ha tenido su reflejo en mi salud. He pasado últimamente por un par de achaques (nada grave) pero finamente he decidido ir al médico para controlar todos estos temas. A resultas de un par de visitas al médico de familia, tengo cursada cita para una resonancia en la rodilla y tengo ya cita con dermatología para octubre, para que me quiten una cosa como la que tenía Ross Geller 😅. En diciembre tengo la ya anual revisión de retina. Respecto a asuntos estomacales y de salud general, unos análisis recientes me indican que todo está perfecto, salvo las peplas habituales. Así que he comenzado una dieta suave (que es verano y no es tiempo de milagros) y he comenzado a tomarme más en serio lo de moverme más. Mis dos trabajos (gestor urbanístico y podcaster) no destacan por requerir una gran movilidad, así que debo esforzarme al respecto. Por ello, entre otras medidas, me he comprado una bicicleta plegable para ir al trabajo.

Pero eso mejor te lo cuento mañana en Emilcar Daily 😉

Y ya está.

Espero haber resultado buena compañía para tu desayuno del domingo. En mi desayuno del sábado en mi patio, mientras escribo esto, he estado acompañado por un disco de grandes éxitos de José Carreras que ha puesto un vecino. No es que sepa perfectamente distinguir la voz del consabido tenor desde varios pisos de distancia, pero una de las piezas pertenecía al musical West Side Story, que figura con letras mayúsculas en su repertorio.

Ahora mismo son las 9:37 y aquí hace hasta fresquito. Me encantaría quedarme aquí leyendo la prensa o lo que sea. Pero voy a despertar a la familia y a ponerlos en marcha ¡vamos a hacer cosas! 😘