💖 El scout soy yo

Weeklyletter #86

La tecnología nos lleva al pasado ⏳

No, no voy a hablar de máquinas del tiempo que nos trasladen físicamente a tiempos pretéritos, sino de máquinas del tiempo que nos permite recuperar antiguas sensaciones.

La retrocompatibilidad es una característica muy demandada en las videoconsolas. Cada vez que Microsoft o Sony sacan un modelo nuevo de Xbox o PlayStation una de las cosas que se juzgan es su capacidad de ejecutar juegos de las generaciones anteriores, y esto ocurre por dos motivos. El más racional es que, de esta forma, la nueva consola dispone de salida de un catálogo muy extenso, aunque no aproveche las nuevas funcionalidades. El menos racional es que el usuario más hardcore todavía disfruta de viejos juegos a los que sigue jugando pasados 10 o 15 años; o simplemente quiere tener la tranquilidad de saber que, si quisiera, podría jugarlos.

También tenemos relanzamientos de consolas, versiones miniaturizadas que incluyen de salida en su ROM los grandes éxitos de su momento. Por una fracción de lo que costó en su momento, hoy puedes jugar a Ghost'n'Goblins en una reedición de tu modelo favorito de Nintendo que conectarás a tu TV AMOLED 4K para estupor de tu descendencia.

Aunque todo este contexto parece centrado en los juegos, la informática pura tampoco escapa. Hay decenas de emuladores para permitirnos seguir usando programas y sistemas operativos del pasado. Incluso hay quien virtualiza en su equipo moderno uno de esos sistemas para poder seguir usando una aplicación que quedó anclada en el pasado.

¿Sabes la última? Una desarrolladora japonesa llamada Hikari no Yume ha creado un emulador de iOS para Mac y PC cuya funcionalidad no es correr iOS entero sino simplemente permitir ejecutar juegos antiguos de iOS que no fueron actualizados y no funcionan en sistemas actuales. Hikari ha desarrolado este emulador llamado touchHLE porque le apetecía jugar a Super Monkey Ball. El sistema también permite ejecutar otros juegos de esa misma época como Flight Control, Angry Birds o Crash Bandicoot: Nitro Kart 3D.

Me resulta increíble que empleemos tanto talento y tecnología contemporánea en ser transportados al pasado, un pasado que en su momento queríamos dejar atrás cuanto antes para llegar a un futuro, que ahora es nuestro presente.

La gestión del conocimiento 🙇🏻

Llevo varios meses dando vueltas al tema de la gestión del conocimiento, tu cerebro digital, tu segundo cerebro, el swip file y la madre que los parió a todos. Y aunque, francamente, me duele mucho la cabeza, he de reconocer que estoy obteniendo resultados y estoy también en el camino de obtener más resultados.

Debo admitir con satisfacción que gran parte del éxito de mi proceso se debe a haber caído por dos embudos de ventas de dos newsletter a las que estaba suscrito, comprando por un lado un curso y por otro una pertenencia a un club.

El curso es Content P.O.D. System de Luis Grau (@copydeincognito) y me ha ayudado a no ver el podcasting como un tema monolítico, a ser capaz de dividirlo en muchos subtemas y tener estrategias para crear contenidos diferentes de cada uno de ellos, y además reutilizarlos en diversos formatos. Y también me ha ayudado a (por fin) definir qué tipo de consultor de podcasting soy y cual es mi fuerte en este ámbito. En el capítulo 240 de Weekly hablé más extensamente de lo mucho que ha supuesto este curso para mí. Aprovecha para suscribirte a Weekly este mes, que está activa la suscripción anual.

El club es Club Cerebro Digital de Marcos Murcia (@emowe). El onboarding es complejo porque hay MUCHO material que asimilar. Este fin de semana me he puesto al día con los emails y he comenzado con muchos de los vídeo. De forma casi inmediata, me ha ayudado a ver Obsidian de una forma muy distinta y me ha animado definitivamente a pagar la suscripción de Readwise, una aplicación con la que llevo tonteando meses pero cuya utilidad no había visto clara hasta que Marcos me ha abierto los ojos.

En ambos casos he sido (y soy) suscriptor de sus newsletter gratuitas y he pasado por un proceso que me ha ayudado a ver de qué forma sus contenidos de pago podían ayudarme. Hay otras newsletter de idéntico esquema por cuyo embudo de ventas no he pasado porque he visto que, aunque la newsletter me gusta, los productos que de momento me ofrecen no me interesan.

Es muy posible que el dinero que he invertido en estos dos contenidos me ayude a ganar más dinero, pero lo que sí tengo por cierto es que me va a ayudar a concretar mis conocimientos y a permitirme usarlos mucho mejor, de cara a mis consultorías o a la creación de contenidos.

El scout soy yo ⚜️

Ayer sábado la vida me ofreció la oportunidad de levantarme a las 5:30 am para preparar la comida que mi hija Isabel debía llevar a la excursión scout de este fin de semana. El motivo del madrugón es que la salida estaba prevista para las 7 am. ¿Y dónde van estos niños? Pues a un gran evento scout que reune a la tropa (una de las divisiones scout) de todos los grupos de Murcia ¡el intertropas! Yo nunca he sido scout pero si un inter-loquesea se parece un 5% a los encuentros de coros en los que sí participé de joven, sin duda quiero que mis hijos vayan a TODOS.

Pero es a mi costa.

Al ser un evento tan masivo, resulta imposible organizar una intendencia para dar todas las comidas a una muchedumbre. Cuando llevé a Isabel al punto de salida pude contar 5 autobuses. Y eso sólo de Murcia capital. Hay contar con los grupos de Cartagena (ciudad donde se celebra el evento) y de todas las ciudades y pueblos de Murcia donde hay scouts.

Así que me tocó levantarme a las 5:30 am para prepararle almuerzo, comida, merienda y cena del sábado, así como desayuno y almuerzo del domingo. La comida del domingo sí la dan allí, una paella gigante colectiva.

No es la primera vez que me pasa algo así; hay algunas excursiones de fin de semana que son con el mismo régimen y, sin ir más lejos, Emilio fue hace un par de semanas al intermanada en las mismas condiciones.

Me parece irónico que haya pasado toda mi infancia y adolescencia huyendo del monte para que ahora me encuentre pegándome madrugones para preparar mochilas y llevar gente a los autobuses. Tengo a veces la sensación de que realmente el scout soy yo. Podrás pensar «Oye, que se encargue Rocío, que ella fue scout y seguro que es cosa suya que los niños también lo sean» y no te falta razón, pero no es del todo así la cosa.

Yo tuve claro desde el primer momento que quería que mis hijos fueran scouts, porque es una forma de asegurarles un entorno sano y colaborativo que les acompañe en su desarrollo, como yo lo tuve con los coros. Tristemente, no estoy en condiciones de asegurarles un coro donde desarrollarse, pero sí puedo apuntarles a los scouts y llevarles y traerles siempre que sea necesario y a la hora que sea.

Porque Rocío hace muchas cosas (MUCHAS) pero no puedo pedirle madrugones extremos. Si se tiene que despertar temprano lo hace, pero a esas horas intempestivas la lucidez y efectividad es asunto mío. Según nuestro Código Civil, creo que ni siquiera podríamos considerarla persona antes de las 9:30 am 😘

Y ya está.

Hoy me ha quedado un poco largo. ¿Puede ser? Bueno, creo que no pasa nada, así te he acompañado más rato en tu desayuno. ¡Hasta la semana que viene!