Caballitos con referencia catastral

Tengo todavía las luces de Navidad en el balcón 🪅

Tengo todavía las luces de Navidad en el balcón 🪅

La vuelta de los cumpleaños 🎂

Con el fin de las restricciones van volviendo costumbres prepandémicas, como la celebración de los cumpleaños infantiles. Durante todo este tiempo, los padres hemos lamentado el aislamiento de nuestros hijos respecto a sus amiguitos, y ellos han echado mucho de menos estos eventos, que sin duda constituyen la cima de su esquema social. Cuando los primeros cumpleaños volvieron a celebrarse, tímidamente, nos alegramos e incluso emocionamos a verles juntos de nuevo celebrando fiestas. Ahora que ya han pasado unos meses, la realidad que apenas recordábamos se nos presenta de nuevo brutalmente ante nuestros ojos. El viernes en la tarde fui a llevar a Emilio a una fiesta en uno de esos establecimientos especializados en cumpleaños infantiles. CINCO eventos se estaban celebrando al tiempo, en un local muy bien equipado y habilitado, pero que representaba la viva imagen del caos. Padres, madres y monitores trataban de mantener cierta sensatez en una escena que solo puedo describir como dantesca. Queremos celebrar allí el cumpleaños de Emilio, en marzo. Cuando le pregunté a uno de los monitores que por qué es imposible hablar con ellos por teléfono, sostuvo su cansada mirada sobre mis ojos unos segundos para, a continuación, girar la cabeza hacia la derecha, señalando con su brazo la escena que antes he descrito. Cuando hablé con él sobre la futura reserva me insistió mucho en las bondades de celebrar el cumple un jueves o un martes o un domingo por la mañana, y no viernes y sábados como todo el mundo. Dice que tiene ya 60 cumpleaños reservados para marzo. Llevaba una pulsera publicitaria de una conocida marca de ansiolíticos.

Rancio abolengo 🏚

El pasado jueves fui a la consulta de un reputado nutricionista en el centro de Murcia. Cuando entré al despacho sentí la urgente necesidad de irme. Madera oscura, puertas de los 70, suelo inenarrable... una consulta anclada por completo en el pasado, y mostrando un evidente desdén por la reparación y el mantenimiento, dado que han ido supliendo los muebles rotos por muebles de IKEA, dando como resultado un auténtico espectáculo de despropósito. Mientras esperaba, pude ver el interior de una consulta aparentemente destinada a niños: mesa con 40 años de vida, sillas simil cuero desgastadas, paredes blancas desnudas, luz esperpéntica y una mesa pequeñita con sillas y juguetes en un lateral. Espeluznante, como sacado de una película que muestre el secuestro de un niño. Cuando acabé la consulta le pregunté si tenían planes para mudarse al siglo XXI. No le hizo mucha gracia, pero a mí me hizo menos que no admitieran pago con tarjeta. No vuelvo.

Esta edición de la newsletter está patrocinada por Nudista Investor

"Controlar tus finanzas no se resume en apuntar los gastos, llegar desahogado a final de mes e invertir un poco de dinero todos los meses, lo que sobre. Eso está bien, no pasa en todas las casas, pero hay más.

Controlar tus finanzas significa entender cómo funcionan las reglas del dinero y jugar la partida con mentalidad ganadora.

No hay trucos ni recetas mágicas, pero si quieres saber por dónde empezar, apuntarte a mi newsletter podría ser una buena idea. Y si no, al menos te echarás unas risas."

Hábitos atómicos 📖

Me estoy leyendo el popular libro Hábitos atómicos de James Clear. No voy muy rápido pero lo estoy disfrutando mucho y asimilando profundamente sus conceptos. Aunque el libro tiene su parte de método, también tiene otra parte no menos importante en la que el autor nos enseña cómo funcionan los hábitos en nuestra mente. Me ha gustado mucho la parte en la que James Clear nos explica cómo, tras 50.000 años de evolución, nuestro cerebro sigue primando siempre las comidas más calóricas, porque no sabe cuándo va a «encontrar» la próxima comida, como si estuviéramos en el pleistoceno. Los fabricantes de comida basura lo tienen muy fácil para vendernos sus productos, porque su publicidad es una CTA (call to action, llamada a la acción) a un instinto atávico que la evolución, quizá sabiamente, ha dejado ahí grabado a fuego. A partir de ahora, voy a pasar un par de horas mirando el menú semanal de casa, pegado en el frigorífico, a ver si convenzo a mi instinto de que está todo controlado 😅

Avenida 🍻

Hablando de instintos atávicos... El sábado fui con unos amigos a dar un «paseíto» por el monte: más de 6 kilómetros y dos horas y pico. Para muchos de vosotros esto sería un precalentamiento pero para mí fue un auténtico hito (y así me lo hizo saber mi Apple Watch). Cuando llegamos a nuestro destino final, la casa de uno de ellos, planteamos la posibilidad de tomar un reparador aperitivo. De forma automática surgió en mí una propuesta, el bar Avenida, en Espinardo, una pedanía de Murcia que está casi calle con calle con el resto de la ciudad. El bar Avenida es un bar mítico, un bar de toda la vida que cimentó su fama en los 80 y los 90 del siglo pasado por sus espectaculares caballitos, que casi alcanzaban la categoría de tortillas de gambas. El sitio no era ni mucho menos lujoso, lo cual aumentaba su leyenda. En algún momento en la primera década de los 2000, el bar cerró, provocando consternación entre sus parroquianos. Apenas tardó unos años en volver a abrir y, tras las necesarias obras de modernización, seguir ofreciendo a sus clientes (entre otras viandas) sus míticos caballitos.

Y ya está.

Espero haberte entretenido en este último domingo del tiempo ordinario, toda vez que este miércoles, Miércoles de Ceniza, comienza la Cuaresma. Pero bueno, no sé ni por qué te lo comento, seguro que lo sabías 😉