Black Sunday

Engorda a un elefante 🐘

Ya te he hablado aquí de Mastodon en otras ediciones y hoy voy a comentarte alguna cosa más, porque lo que está pasando en esa red social es maravilloso. Cada día hay más contenido y cada día la parte técnica de todo esto me maravilla más. Yo lo niego, pero seguro que acabo montándome mi propio servidor en una Raspberry Pi... ¡no! EN UN NAS 🤪

Aprovechando esta "moda", algunas apps para iOS que estaban dormidas han resucitado y están incorporando novedades, consiguiendo un ecosistema todavía más rico. Atraídos por todo esto, la gente de Automattic ha anunciado que van a hacer compatible Tumblr con Mastodon, convirtiéndola en la instancia más grande de todo el fediverso; los de Flickr también han preguntado que de qué va todo esto y que si pueden venir a jugar también. Imbuido por este espíritu pionero, he buscado como contribuir 💶 y he visto que Mastodon está en Patreon. Hay tiers para todos los gustos y todos te dan acceso a su canal de Discord; yo he cogido el más bajo (1,50 € + IVA) y lo he subido hasta cuadrar un pago de unos 4 € mensuales, algo más de lo que estaba pagando al mes por Twitter Blue hasta que Musk canceló todas las suscripciones existentes. No me dejaron alimentar a un pájaro con mi dinero, así que lo dedicaré a engordar a un elefante.

En la recta final 🏃🏼‍♀️

La semana que viene comienza el mes de diciembre, lo cual significa el horror para muchos trabajadores, que ven cómo algunas de sus tareas o proyectos deben culminar sí o sí antes de que acabe el año. El fin del año natural coincide en España, para la mayoría de las empresas, con el fin del ejercicio fiscal; y es cierto que hay muchas cosas que deben culminar antes de que éste acabe, pero hay otras muchas que nos son impuestas porque sí, porque hay que hacerlas antes de que acabe el año y ya está. Por regla general esto conlleva una pobre ejecución, porque si tienes un proyecto sin avances reales desde el mes de marzo, no puedes suponer que, en quince días, lo vas a sacar adelante con brillantez.

Estas urgencias de fin de año suelen ser producto de una pobre planificación. La revisión semanal del GTD sale en tu auxilio para evitar estas cosas ya que, cada semana y de forma sistemática, siguiendo un guión, te vas a enfrentar a la totalidad de tus proyectos, permitiéndote reflexionar sobre ellos y cambiar si es necesario las tareas que los componen, en pos de conseguir realizarlos de forma más efectiva. Si tienes un proyecto abierto desde marzo y no has hecho nada, es complicado que esa situación resista a más de dos o tres revisiones semanales sin ponerse de manifiesto y dar lugar a que se tomen medidas, incluso en el caso de que tú no seas el responsable de ese proyecto ni tengas mando alguno en la plaza. Tu revisión te hará acudir a tus jefes a dar el aviso oportuno y eso, seguramente, acabará desbloqueando el proyecto y te ahorrarás urgencias futuras.

Cuando no eres jefe, hay muchas ocasiones en las que no quieres asumir ni un ápice de responsabilidad: "Yo hago lo que me dicen y punto, que bastante tengo ya con lo que tengo". Esta actitud suele venir por diversas consideraciones geopolíticas de la empresa y no seré yo quien critique a quien se vea abocado a ella. Sin embargo, si ese no es tu caso, si estás dispuesto a aportar a la cadena de mando tus ideas e iniciativas, ¡no dudes en hacerlo! Solemos minusvalorar el impacto que nuestras sugerencias pueden tener en nuestros jefes. Un buen sistema de gestión de tareas, y el GTD sin duda lo es, te va a dar la perspectiva necesaria para demostrar en la empresa que tienes una visión de conjunto y así obtener, tarde o temprano, la valoración y el puesto que mereces ✊🏻

Miedo a Wallapop 🛍

Wallapop es una aplicación para compra/venta de productos de segunda mano que me da pavor usar. Todo tipo de leyendas urbanas e historias se han creado a partir de esas operaciones, narrando imposibles entregas en oscuras gasolineras en mitad de un páramo o, lo que es peor, espacios habituales de cita de usuarios de esta plataforma, como quien habla de zonas de venta de drogas. Así, en algunas ciudades, es posible ver en estos espacios personas confusas que deambulan arriba y abajo con temporadas de Juego de Tronos debajo del brazo; o acaso mirando con recelo a todos los que están allí, tratando de escudriñar quién, de entre los presentes, es más susceptible de ser muchachito35 y llevar una SD de 128GB en el bolsillo de la camisa. Yo he tenido algunas experiencias en Wallapop, no todas felices pero ninguna dramática. Compré en 2018 un enchufe WeMo; en 2019 una Nespresso De'Longhi que el vendedor canceló sin explicar motivo, y esta semana pasada un HomePod mini a un precio de escándalo, en su caja, nuevo a estrenar y perfectamente cerrado (pero incluso oliendo a nuevo). El vendedor ha sido increíblemente amable y transparente y he evitado en todo momento preguntarle el origen del producto, sobre todo cuando parece que tiene más para ofrecer 😅. Mi listado de ventas es igualmente pobre: una interfaz de audio en 2016 y una funda Sena de cuero para iPhone en 2017.

En una situación vital como la mía, con tres hijos que crecen mientras los miras y una casa que tienes que ir adecuando a sus circunstancias, a Rocío le ha surgido muchas veces la idea de que tal y cual cosa que nos sobra podría ser vendida en Wallapop. Sé que hay mucha gente que hace esto habitualmente y le va muy bien (espero tu respuesta al respecto, por favor) pero yo no me veo poniendo a la venta una estantería de IKEA (¿y qué hago con ella mientras no se vende?) y recibir un mensaje ofreciéndome un reloj a cambio, como si estuviera en el zoco de Marrakech. Familiares, amigos, inquilinos e incluso perfectos desconocidos me parecen un destino preferible para REGALAR lo que me sobre sin regateos ni citas siniestras. Es lo que en psicología conductiva se denomina GENEROSIDAD POR MIEDO... mientras me lo pueda permitir, claro 💸💸💸

Y ya está.

Muchas gracias por haberme leído hoy también. Espero que esta Black Week te haya sido propicia y hayas podido alcanzar tus metas sin caer en la vorágine sin sentido contra la cual advertía en la pasada edición de esta newsletter. ¡Hasta la semana que viene!