Alejándome del iPad

Hoy es el Día de Steve Jobs, una fiesta oficial del estado de California, un día para ir en zapatillas New Balance, vaqueros y jersey negro de cuello vuelto.

Hoy es el Día de Steve Jobs, una fiesta oficial del estado de California, un día para ir en zapatillas New Balance, vaqueros y jersey negro de cuello vuelto.

Alejándome del iPad 😔

Entramos en la semana decisiva para iPadOS 16. Se supone que el próximo lunes 24 Apple lanzará mediante nota de prensa los nuevos iPad Pro, nuevos MacBook Pro y quizá alguna cosa más. Ese mismo día debería estar disponible para descarga la versión final de iPadOS 16, junto con la de macOS Ventura. El seguimiento que he hecho del despropósito en que se ha convertido este iPadOS 16 me ha hecho darme cuenta de cuánto ha disminuido mi propio uso del iPad. Desde que en mayo de 2020 comencé a usar un Mac también para el trabajo, el iPad se ha convertido para mí en un dispositivo completamente secundario, por no decir terciario. Su principal uso es el de lector de noticias los fines de semana y, en general, lector de PDF y de cómics. He estado desinstalando apps que ya no uso y hay muchísimas que se han quedado sólo por si las moscas, pero estoy seguro de que pueden pasar semanas sin que las use. En muy pocas ocasiones lo utilizo para escribir contenidos, usando alguno de los teclados que tengo, porque para ese cometido prefiero usar mi MacBook 12', a quien Jobs conserve la vida muchos años. No me veo en un futuro sin iPad, pero sí optando por el modelo más barato que exista en caso de que este iPad Pro deje de funcionar.

El caos 😩

Mi debacle productiva continúa. El correo electrónico es un dolor de cabeza con el que no contaba, y ahora me debato entre Spark 2, Spark 3, Canary Mail o incluso la propia Mail de Apple (que gracias a lo que me descubrió un suscriptor de Weekly en nuestros canales de Discord se vuelve a convertir en un candidato). Respecto a la aplicación de productividad, la duda es si confiar en OmniFocus 4 o bajarme de este coche que conduce con velocidad constante a un destino al que no quiero ir. Nirvana parece una buena opción y estoy haciendo pruebas de su integración con las aplicaciones de correo candidatas. Pero es que así no hay quien pueda decidir nada; no puedo colocarme bien un zapato si el otro también está mal colocado. Afortunadamente todo esto no está afectando a mi ritmo productivo y sigo sacando adelante mi trabajo, dándole muchas vueltas a la cabeza, pero trabajando. Y es que en estos momentos conviene recordar una de las principales máximas de la productividad de nuestros días: tu trabajo es hacer tu trabajo, no probar apps de productividad 😉

Nuevos canales 📽

Una vez que ya tengo más o menos establecidos los nuevos canales mediante los que voy a difundir mis contenidos sobre podcasting, ya va siendo hora de ponerse a trabajar. Esta semana he publicado algunos vídeos nuevos, tanto en YouTube como en Instagram, pero ya tengo cola de cosas importantes para probar. En concreto hablo de la Zoom PodTrak P4 y el nuevo micrófono de elgato, el Wave DX, que es el primero dinámico que fabrica la marca y que estoy usando como micrófono principal toda la semana. La verdad es que estoy bastante contento del sonido que saca; quiero pasarle algunas pruebas y espero esta semana estar escribiendo ya guión. Lo que llevo más retrasada es la puesta en marcha de la newsletter sobre podcasting. Todavía no sé qué formato o periodicidad va a tener pero, si quieres, puedes suscribirte ya.

«Hardware para grabaciones de audio» es mi más reciente audiocurso sobre podcasting. Es como una consultoría personal conmigo, extendida, para tratar de trasladarte todo mi conocimiento sobre el hardware para grabaciones de audio, de manera que, cuando hayas pasado por todo el curso, tengas la capacidad analítica para decidir, más allá de los ejemplos que yo te de, qué equipo necesitas para cada proyecto concreto que vayas a afrontar. Cuesta 60 € + IVA pero a partir del día 20 subirá de precio a 80 € + IVA. Puedes comprarlo ya aquí.

Series que terminan 📺

Dos de las series más importantes de la temporada llegan a su fin. Este pasado viernes lo hizo Los Anillos de Poder, precuela de El Señor de los Anillos basada en un guión nuevo que, al parecer, no se basa en ningún texto de Tolkien existente. Como puedes suponer, los auténticos fans de la historia están que fuman en pipa con cada detalle, cada nombre, cada traje, cada personaje, cada lanza... Yo personalmente no podría vivir así. La otra serie que toca a su fin es La casa del dragón, otra precuela, esta vez de Juego de Tronos, pero sí basada en un texto original de Martin, el libro Fuego y Sangre, publicado en 2018, y que narra acontecimientos ocurridos 300 años antes de la historia original. Una vez más, los auténticos fans tienen mucho que decir sobre todo esto y sobre si ese dragón está más alagartijado de lo que le correspondería.

Yo estoy disfrutando ambas series pero para mí las dos tienen una premisa inicial que las debilita considerablemente de cara al gran público, una premisa que comparten con algunas recientes producciones del universo Star Wars, como Obi-Wan Kenobi, Andor (cuyo primer capítulo dormí el lunes pasado) e incluso el mismísimo Mandalorian o la película Rogue One: están protagonizadas por gente muerta. Lo que ocurra en esas series no va cambiar nuestra percepción de la historia principal de sus respectivos universos. Da igual si Rhaenyra Targaryen sube o baja, si Galadriel hace merienda-cena o si Andor se ha apuntado a un curso del INEM. Nada de eso va a cambiar que el invierno ya llegó, que el anillo se fue al carajo o que los Jedi prevalecieron.

Estas historias pueden tener su grandeza en letra escrita, pero en formato serie de televisión viven gracias a reproducirnos momentos épicos; su fuerza es el impacto, no la trascendencia de los sucesos. Y no hay serie que pueda ofrecer un momento grandioso imposible de olvidar en cada capítulo; por eso el éxito global de estas precuelas está condenado a ser modesto.

Y ya está.

Muchas gracias por el tiempo que has dedicado a leer esta newsletter. Espero que pases un buen domingo y que los resultados deportivos te sean propicios (salvo si eres del Real Unión de Irún o del F.C. Barcelona).